Angola


Mambrú se fue a la guerra
y mi madre entretejió la soledad
entre los recuerdos y las cartas.

Mientras, iba avanzando la UNITA por el sur,
y bajo el puente de una aldea de bakongos,
un vecino del barrio inmortalizó su pierna en la metralla.

Sumergido en tintas del diario
el heroísmo parecía el Leitmotiv
de una saga insoportable.

La señora de la Federación lloró épicamente
cuando la artillería de Savimbi
despedazó el cuerpo juvenil del hijo.

Mi madre jamás me habló de la “Odisea”,
aunque aprendió a esperar
con un sabor a sangre en la garganta.

Las muchachas aguardaron a la entrada del pueblo,
con los mismos ojos brillosos
con que las novias soviéticas esperaron
en los andenes a sus soldados.

Mambrú volvió de la guerra, del infierno,
del fuego, del olor a muerte,
y en ese instante mi madre comprendió
que también ella volvía intacta
desde un campo minado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

FACULTAD DE MEDICINA en una pradera AFRICANA

OCTOSÍLABOS Y FOTOS

MODESTO HOMENAJE A MI CÁRDENAS NATAL

Oración a MARTHA MADAN

CONFUSIÓN SIMBÓLICA

Los PERROS y la ALERGIA

NUNCA HE SIDO DE PARÍS

Dos óleos de PICASSO en Sāo Paolo

Mis Memorias de un GOLPE DE ESTADO

CANTO REBELDE A MI FARID

Muerte de MALAM BACAI

EN LA CASA DEL DOLOR

SERPIENTES VENENOSAS DE GUINEA BISSAU

AVENIDA PAULISTA, POMPOSIDAD Y ESPLENDOR

CHIVACOA, MARÍA LIONZA y el visor de NICOLÁS FEDERMAN”

OFELIA la de MANTILLA

El KILIMANJARO desde lo REAL MARAVILLOSO

BIBLIOTECA MEGA

CIRCUNCISIÓN FEMENINA: BARBARIE, BARBARIE, BARBARIE

CINCUENTA ADAGIOS

VIAJE POÉTICO A TRAVÉS DE LOS RÍOS DEL MUNDO

Nostalgias de los MÉDANOS DE CORO

MI PROSA en web-ARTIGOO

ALEJAIDRINHO, LA LEPRA Y LOS DOCE PROFETAS

Buscar este blog